lunes, 7 de diciembre de 2015

UNA "PAZ CARTAGINESA" SIN GUERRA PREVIA...

"Así se aniquila la democracia alemana* en el preciso momento en el que el pueblo alemán estaba a punto de organizarla después de una dura lucha, y es aniquilada por aquellos mismos que durante la guerra no se cansaron de proclamar que aspiraban a darnos la democracia... Alemania ya no será más un pueblo ni un Estado, sino que se convertirá en una empresa comercial puesta por sus acreedores en manos de un recaudador, sin concedérsele siquiera la ocasión de mostrar su voluntad de cumplir sus obligaciones espontáneamente. Esa Comisión*, que va a tener su cuartel permanente fuera de Alemania, va a tener sobre Alemania derechos incomparablemente mayores que jamás el Emperador; el pueblo alemán, bajo este régimen quedará, durante décadas, privado de todo derecho, y en una extensión mucho mayor que ningún pueblo en los días del absolutismo, de toda independencia de acción, de toda aspiración individual de progreso económico,e incluso de progreso moral."

Comentarios acerca de la Comisión de reparaciones hechos por la Comisión financiera alemana en Versalles en 1919. Citado por J. M. Keynes en Las consecuencias económicas de la Paz.


* Cada vez que aparezca la palabra Alemania, alemán o alemana sustituir por Grecia, griego o griega...

* Sustituye la palabra Comisión por Troika...




La política de reducir a Alemania a la servidumbre durante una generación, de envilecer la vida de millones de seres humanos y de privar a toda una nación de felicidad, sería odiosa y detestable, aunque fuera posible, aunque nos enriqueciera a nosotros, aunque no sembrara la decadencia de toda la vida civilizada de Europa. Algunos la predican en nombre de la justicia. En los grandes acontecimientos de la historia del hombre, en el desarrollo del destino complejo de las naciones, la justicia no es tan elemental. Y si lo fuera, las naciones no están autorizadas por la religión, ni por la moral natural a castigar en los hijos de sus enemigos los crímenes de sus padres o jefes.

 J. M. Keynes en Las consecuencias económicas de la Paz.





sábado, 21 de noviembre de 2015

CAUSA Y EFECTO

La estrella mediática parisina (Bernard H. Levy), agitador de todas las intervenciones militares del humanitarismo euroatlántico, no relaciona sus prédicas belicistas con el niño muerto huido de Siria. Tampoco lo hizo con las oleadas balcánicas, afganas, libias o iraquíes. Los Estados cuya destrucción y disolución ayudó a justificar en nombre del interés supremo de la geopolítica y economía occidentales, producen éxodos -y terrorismos- claramente identificables. Cuanta más guerra y desolación se siembra en la regiones en crisis, mayor será el flujo hacia Europa. Es una consideración bien banal pero, ¿quién nos la va a recordar estos días? ¿El “popular diario”, quizás?

Europa ante su niño muerto. Rafael Poch, Barcelona 4 de septiembre, 2015








jueves, 29 de octubre de 2015

COMPETENCIA

"(...) el arte de gobernar va a consistir, no en recuperar una esencia o permanecer fiel a ella, sino en manipular, mantener, distribuir, restablecer relaciones de fuerza, y hacerlo en un espacio de competencia que implica un desarrollo competitivo."

Michel Foucault. Seguridad, territorio y población.


AVARICIA

(...) A. Smith [en La riqueza de las naciones] se centró totalmente en la pasión que tradicionalmente se conocía como codicia o avaricia. (...) Además, Smith pudo dar un paso de gigante para hacer la proposición asimilable y persuasiva: embotó el filo de la sorprendente paradoja de Mandeville sustituyendo “pasión” y “vicio” por términos tan asépticos como “ventaja” e “interés”. [El resultado fue] la promoción de la avaricia al puesto de pasión privilegiada a la que se encomienda la tarea de domar salvajes y hacer así una contribución crucial al arte de gobernar (...)

Albert Hirschman, Las pasiones y los intereses


miércoles, 28 de octubre de 2015

UN NUEVO PASTORADO...

"(...) [la palabra gobernar] alude al dominio que se puede ejercer sobre uno mismo y los otros y sobre el cuerpo, pero también sobre el alma y la manera de obrar. (...) Nunca se gobierna un Estado, nunca se gobierna un territorio, nunca se gobierna una estructura política. Los gobernados, con todo, son gente, hombres, individuos, colectividades. (...) Aquéllos a quienes se gobierna son los hombres." 

Michel Foucault. Seguridad, territorio y población.



martes, 27 de octubre de 2015

EL MAESTRO RELOJERO

"(...) Dios había cambiado de profesión o renovado sus instrumentos: del alfarero que había sido en el Antiguo Testamento se había convertido ahora en un maestro relojero, le Grand Horloger (...). La implicación era, por supuesto, que una vez había construido el reloj, éste iba a funcionar por sí mismo."

Albert Hirschman. Las pasiones y los intereses