lunes, 10 de agosto de 2020

EL NEOLIBERALISMO Y LA SUSTRACCIÓN DE LA POLÍTICA

     El éxito del liberalismo, reformulado en la década de los cuarenta y hegemónico desde finales de los años noventa del pasado siglo, en lo que a la ocultación de su carácter político se refiere ha sido total. Su capacidad para convertir sus supuestos ideológicos en naturaleza abrumadora. Una clara muestra de este triunfo es la ferocidad con se tacha de ideológica a cualquier propuesta que se aleje de sus naturalizados posicionamientos. Para comprender mejor la evolución y el desarrollo de este fenómeno de sustracción de lo político del ámbito cotidiano y la pretensión de convertirlo todo en un mero asunto de gestión son muy útiles estos dos trabajos que, desde perspectivas diferentes analizan, entre otros muchos temas, esta sustracción de la política y sus riesgos, así como, el empobrecimiento y la limitación de opciones e ideas posibles para encarar los graves problemas que hoy enfrentamos.




sábado, 8 de agosto de 2020

¿HISTORIA DEL ARTE O LA HISTORIA COMO ARTE?


Esta es una invitación a seguir una cadena de palabras* (de ideas)  a través del diccionario y, también, a ver como algunas de ellas se hacen visibles en dos cuadros muy conocidos. Esas cadenas de palabras e imágenes nos pueden ayudar a entender mejor qué significa la Historia.

Estamos habituados a ver nuestra materia (la Historia) como la aplicación de un conjunto de acciones y  actitudes que consideramos positivas: el análisis, como separación de las partes de algo para conocer su composición o la profundización en los temas tratados que nos hace escudriñar lo más recóndito de un asunto.  Con esta caja de herramientas estudiamos detalladamente aquello de lo que se trate y producimos un montón de pequeños fragmentos desordenados de conocimiento que, después,  reordenamos o componemos  con la intención de que nos sirvan para explicar, concebir u ordenar  sucesos y  acontecimientos. La Historia y otras ciencias sociales  han trasladado este método desde el  campo de las llamadas ciencias experimentales a lo social. Podemos ver como  muchas de estas cuestiones ya no están sólo presentes en lo académico, sino que, impregnan nuestras vidas aunque, en muchas ocasiones,  no seamos conscientes de ello. Los artistas, dada su sobrecapacidad de sentir, suelen mostrar o incluso anticipar muchas de esas impregnaciones culturales inconscientes.

 

Guernica (1937)

Abstrayéndonos del significado concreto que para nosotros tiene un cuadro como el Guernica de Picasso y fijándonos más en lo formal podemos ver ese esfuerzo de análisis, de distinción y separación de las partes de una realidad para, después, hacer un proceso inverso; una síntesis, una recomposición de un todo por la reunión de sus partes. El resultado es, como podéis ver,

 

una interpretación personal de Picasso sobre una realidad cuya expresión tiene una gran fuerza estética. Repetiremos esto último porque es importante, todos comprendemos que, en este análisis y posterior recomposición, Picasso es el intérprete, quien concibió, ordenó y expresó de un modo personal una realidad. La falta de naturalismo del cuadro de Picasso nos evita la confusión. En cambio cuando los objetos producidos (artísticos o no) son muy naturalistas, muy realistas, la confusión entre interpretación y realidad es más fácil.

Pero ¿y si en lugar del análisis y la profundidad la Historia enfrentara su estudio con otras actitudes, con otras herramientas? En ocasiones la profundidad puede llevarte a perder de vista el conjunto, a no comprender el cuadro general ¿Y si en lugar de profundizar estuviéramos atentos al surgir, a lo que aparece o se manifiesta, a lo que brota…?¿Y si en lugar de profundizar usáramos el  término levantar entendido como dirigir hacia arriba los ojos, la mirada. Levantar no sólo significa elevar la mirada sino que, también, hace referencia a construir, a edificar, a dibujar un plano siguiendo un procedimiento técnico.  

Fijémonos ahora en otro cuadro icónico de la Historia del Arte en el que estas actitudes son visibles.

 

R. Magritte

Esto no es una pipa (1929)

En este cuadro Magritte nos invita, precisamente, a levantar la vista y nos muestra como nos hemos habituado a confundir una interpretación de la realidad con la realidad misma.

En el caso del arte analizar y fragmentar, o elevarse y estar atento al surgimiento, al como brotan los fenómenos o sucesos,  son actitudes que conducen, ambas,  al núcleo de cualquier representación artística que no es otro que una interpretación personal de la realidad.

La ciencia, en cambio, al menos desde el siglo XVII hasta mediados del siglo XX, siempre fue más ambiciosa. La pretensión científica era convertir la interpretación en realidad, en la única posible (al menos temporalmente). El éxito y los resultados incuestionables de estos planteamientos científicos ocultaron sus limitaciones y puntos ciegos. ¿Y si, pese a todo, la Historia como disciplina debiera ser más arte y menos ciencia? ¿Y si los historiadores recuperásemos la preocupación por mantener activa nuestra capacidad de sentir lo que surge, lo que se manifiesta, lo que brota…? ¿Y si limitásemos nuestra ambición y recordásemos, como hace Magritte, que nuestras construcciones narrativas no son más que interpretaciones, no realidades… pinturas, no pipas?

Este es un ejercicio de honestidad intelectual que, en el transcurrir del día a día olvidamos. En nuestras clases intentamos, además de analizar y profundizar, levantar la mirada, mantenernos atentos a lo que surge y dibujar planos de una realidad siendo conscientes de que no son ni más ni menos que eso, dibujos que nos ayudan a situarnos en una realidad cambiante. Nuestros esfuerzos se dirigen a no confundir plano con casa. 

viernes, 7 de agosto de 2020

UN TRONCO COMÚN QUEBRADO

     "Mucho nos tememos que la quiebra, que el abismo conceptual ante el que nos encontramos es el equivalente a un fin de era, un momento en el que el tronco común de las dos grandes corrientes ideológicas y políticas que dominaron la segunda mitad del siglo XX se ha descompuesto desde dentro. Liberalismo y comunismo han implosionado en fechas cercanas desde un punto de vista histórico; si los años 1989 y 1991 marcaron el declive del comunismo, 2007 y 2008 han supuesto la crisis de los presupuestos liberales."

Seoane, J. (2020). Lo que la historia global es y lo que debería ser. Con-Ciencia Social (segunda época), 3, 147-156. DOI:10.7203/con-cienciasocial.3.16794







DOS APROXIMACIONES INTERESANTES AL NAZISMO

    La publicación de estos dos interesantes ensayos ilumina algunos de los espacios que aproximaciones más tradicionales al fenómeno del fascismo y el nazismo han dejado habitualmente en la sombra. El primero de ellos, Libres de Obéir, un trabajo del historiador francés Johann Chapoutot pone el foco en los poco estudiados vínculos entre el nazismo y la "cultura" del management empresarial contemporaneo.     Nuestra segunda recomendación explora las relaciones entre la visión darwinista de la naturaleza, esencial en el nazismo y el fascismo, así como, en el desarrollo en su interior de lo que sus autores llaman una vertiente ecofascista.     Ambos trabajos nos permiten una comprensión más ajustada y sofisticada de fenómenos complejos como el fascismo y el nazismo. Por otro lado prestan atención a aspectos sobre los que la historiografía tradicional ha pasado de puntillas, aspectos que hoy vemos emerger, de nuevo, con una enorme fuerza. Los últimos acontecimientos en torno al la pandemia nos invitan a preguntarnos: ¿cómo es posible que el darwinismo social haya calado tan profundamente y de un modo tan inadvertido en nuestras sociedades contemporáneas? ¿es posible que ese tránsito se haya producido a través del mundo del management empresarial y sus visiones de un mundo de progreso económico producido gracias a la competencia? Ambos trabajos profundizan en estas cuestiones y permiten comprender mejor las posibles respuestas a preguntas incómodas y que no acostumbramos a formularnos.

 

PARECIDOS RAZONABLES...




lunes, 13 de abril de 2020

BRILLANTE EN SU CONCISIÓN...





Todo mundo es una construcción (...) es un suceder del que formamos parte pero que, en sí mismo, es intraducible. (...) No interpretamos: elaboramos, construimos. Entenderlo así es hacerse responsables del mundo.

Chantal Maillard

La Razón estética